El primer poder

Desde que el periodismo obtuvo gran relevancia en la sociedad moderna se lo ha denominado como "el cuarto poder", sin embargo, la creciente concentración mediática de las últimas décadas le ha posibilitado moldear a su gusto a una enorme porción de la opinión pública.

Como se sabe, esta preponderancia de los medios no es posible sin estrechar lazos con el poder político, cuestión que quedó demostrada una vez más hace unos días a raíz del incidente que tuvo como protagonista a Mauricio Macri en Santa Rosa. Altos funcionarios del Gobierno Nacional defenestraron al Ejecutivo pampeano, a su ministro de seguridad y a las fuerzas policiales provinciales, teniendo como difusores de sus declaraciones a los grandes medios porteños que exageraron un huevazo como si se tratara de un "ataque" que verdaderamente pusiera en riesgo la integridad física del Presidente de la Nación. Ningún tipo de violencia es justificable pero no es lo mismo arrojar un huevo contra un vehículo blindado que atacar a alguien, además de que, como dijo el Gobernador Carlos Verna, cuando a Macri le tiraron huevos en Mar del Plata nadie culpó a Eugenia Vidal ni a la policía bonaerense de desprotegerlo. Otra vez se observa que los medios afines a Cambiemos no analizan todas las gestiones con la misma vara y recurren al amarillismo cuando hablan de La Pampa. Anibal Prina fue detenido, traslado con chaleco antibalas y escoltado por un operativo de seguridad digno de una película de Hollywood, circo preparado para que el periodismo macrista tuviera materia prima de donde agarrarse. El comunicado oficial que publicó el Ministro de Seguridad de La Pampa, Juan Carlos Tierno, afirma que luego del hecho, fueron los primeros en iniciar el procedimiento judicial "aportando todo el material captado por las videocámaras y toda información de relevancia". En ese sentido, Tierno asegura que la llegada de Macri a nuestra provincia tenía como fin último "armar un escándalo con mentiras y falsas imputaciones públicas contra las instituciones de la provincia de La Pampa, tanto contra la investidura del Gobernador como contra el Ministerio de Seguridad y la Policía". Asimismo, acusa al diputado nacional Martín Maquieyra de ser partícipe de este armado mal intencionado: "Este menoscabo institucional lo profundiza el señor Maquieyra faltando el respeto a la Policía de La Pampa al decir que "no pudo, ni siquiera, cuidar a un presidente", cuando la realidad muestra que nuestra Policía constituye un elemento fundamental para que La Pampa sea una de las provincias con mayor reducción de delitos en todas sus formas". También detalla que el viernes pasado, cuando hablaba con diferentes medios nacionales para dar las razones del caso, la tarjeta SIM de su celular fue "casualmente" bloqueada y finaliza acusando de "violar el estado de derecho" a los ministros Patricia Bullrich y Germán Garavano por hacer llamados telefónicos a jueces y fiscales pampeanos que estaban interviniendo en el caso. Es necesario repetir que la violencia en todas sus formas es injustificable, pero también hay que saber observar por que el innecesario "circo" policial armado por la Federal para detener a Prina y el posterior tratamiento de los grandes medios, principalmente de los que forman parte del Grupo Clarín, son un verdadero ataque contra el Estado pampeano, y un Estado está formado no sólo por las instituciones y sus funcionarios sino también por todos los habitantes de ese territorio.